“Mi alma no puede estar en la oscuridad, no está de acuerdo con la injusticia, la maldad y la envidia, no quiero ver el sufrimiento de las mujeres y los niños”.
Dildora Alimbekova (1954) es presidenta de la Asociación de Mujeres de Negocios, organización que las ayuda a aumentar sus niveles de vida y de empleo, y mejorar su papel en la sociedad a través de la promoción de la pequeña empresa para ellas. En Uzbekistán, la transición a la economía de mercado es una carga pesada para la gente que procede de los estratos socialmente vulnerables de la población: mujeres, niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidades. La asociación de Dildora ha creado 70.000 empleos, 12.000 mujeres aprobaron los cursos sobre la creación de una pequeña empresa, y otras 10.000 desempleadas encontraron empleo.
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