“Sabiendo los sufrimientos de la gente, he decidido ayudar a las madres desamparadas y a los niños huérfanos”.
Buscada por las Fuerzas de Defensas de Papua Nueva Guinea para usarla como carnada a fin de capturar a su esposo, Josie huyó a la jungla durante la crisis de Bougainville. Ella vio a niños y mujeres sufrir, las organizó para que se ganaran la vida y asistió a otras familias que necesitaban apoyo. Josie ejerció presión política y obtuvo provisiones de agencias no gubernamentales para distribuirlas a través de los grupos de mujeres. Fundó y fue la primera presidenta de Mujeres de Bougainville para la Paz y la Libertad, además dirigió un grupo de mujeres para conducir una campaña concientizadora pacifista. Jossie jugó un papel clave como negociadora al representar a las mujeres en el proceso de paz que comenzó en octubre de 1997.
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