“La paz es la habilidad para crear un espacio para escuchar otras historias de muchas personas que pasan amarguras e incluso sienten odios”.
Desde antes de la guerra Stanislavska Zajovic estaba comprometida en las primeras iniciativas feministas de la ex Yugoslavia. Cuando el conflicto armado estalló, junto a otras compañeras, fundó el movimiento Mujeres de Negro (inspirado en el movimiento Mujeres de Negro de Israel y Palestina). Desde octubre de 1991 y hasta el final de la guerra organizaron semana a semana movilizaciones pacíficas en Belgrado y a lo largo y ancho de Serbia y Montenegro. Silenciosas y vestidas de negro, ellas condenaban la guerra y los crímenes cometidos falsamente en nombre de los intereses de la nación Serbia. Una de sus consignas claves fue y sigue siendo: ¡En nuestro nombre, no!
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